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Confie en el proceso.
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Adecue un espacio para que el estudiante resiva sus clase.
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Supervise el horario de clases.
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Apoye en las tareas, pero no hacerlas por ellos.
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Leer y escribir con sus hijos.
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Felicite a sus hijos por cada logro alcanzado.
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Mantenga comunicación con los docentes.
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